Descripción
Adaptación de la exitosa novela de Michel Folco Un lobo es un lobo. Makyo y Nardo mezclan aventura y humor negro en una historia ambientada en una comarca francesa del siglo XVIII.
Marzo de 1763. En la comarca de Racleterre, Apolline y Clovis Tricotin tienen quintillizos: Clodomir, Pépin, Dagobert, Clotilde y Charlemagne. De los cinco, Charlemagne, el último en nacer, es el más astuto. Parece incluso tener el don de hablar con los animales. Los cincos hermanos son inseparables y enseguida manifiestan una rabia de vivir y existir fuera de lo común que les conducirá, muy temprano, a un destino de pesadilla salpicado de periodos en ocasiones luminosos y a menudo divertidos. Estos entrañables hermanos no tardarán en ser conocidos como “los Matasietes de Racleterre”.
Reseñas
Un lobo es un lobo: Una historia familiar y animal
Nardo, a quien no conocía, hace un trabajo espectacular, sin nada que objetar. Su estilo tiene mucha atención por el detalle, tanto en el diseño de personajes como de escenarios y decorados, y logra dotar de mucha expresividad a los personajes, cosa que no todo dibujante consigue con demasiado éxito. (Reseña en: Las cosas que nos hacen felices)
Un Lobo es un Lobo (Crónicas Literarias)
Os invito a descubrir este excelente guión que tiene lugar a finales del siglo XVIII, en el pequeño pueblo de Racleterre. Con un uso del lenguaje de antaño que refuerza aún más el realismo histórico y aumenta el encanto de la vida de aquellos años. Y un dibujo que es una delicia. Una lectura obligada, una oportunidad para descubrir una historia que parece que en formato novela jamás llegará aquí. Con una máxima en su haber: «Nada es más fuerte que los lazos de sangre».
‘Un lobo es un lobo’, deleite para los ojos (Fancueva)
Una de las cosas que más adoro de este medio que es el noveno arte, es el poder descubrir a nuevos nombres, ya estemos hablando de guionistas que te encuentras de repente, de los que no tienes necesariamente que haber oído hablar y que te encandilan con unas pocas páginas del cómic en el que te topas con ellos. (…) Motivos de celebración el que ha supuesto este fortuito y feliz conocer a Federico Nardo, responsable de la parte gráfica de ‘Un lobo es un lobo’. Detallista sin caer en lo barroco, elegante hasta decir basta, con un modo de llevarnos al pasado —a la Francia de finales del sXIX—que ríase usted de cualquier tebeo historicista y, encima, tratado con una gama cromática de auténtico pasmo, no creo que haga falta afirmar mucho más para que vosotros, queridos lectores, os lancéis sin cabeza ni uso de razón a por el soberbio, el maravilloso trabajo de Nardo.